“Si entendemos el poder como algo que también forma al sujeto, que le proporciona la misma condición de su existencia y la trayectoria de su deseo, entonces el poder no es solamente algo a lo que nos oponemos, sino también, de manera muy marcada, algo de lo que dependemos para nuestra existencia y que abrigamos y preservamos en los seres que somos”
(Butler, mecanismos psíquicos del poder, Butler, 12)
¿Cómo se organiza el poder colectivo de las mujeres? Con esta pregunta como disparador y retomando la cita de Butler en torno al poder, queremos presentar experiencias de organización política (en el sentido etimológico del termino de “hacer con otrxs”) en torno a mujeres referentes que han sabido hacer del poder como atadura primordial, el motor del deseo de cambio. Es por esto que hemos elegido representantes de profesiones históricamente consideradas “femeninas”: docencia-trabajo sexual-trabajo del hogar para poder visibilizar cómo los discursos neoliberales buscan esencializar e individualizar estas profesiones bajo la forma de discursos moralizantes. Como dice Marga Carreras a propósito del trabajo en nuestras sociedades, trabajadora sexual e invitada al encuentro: “Yo dignifico cualquier trabajo que haga. Ningún trabajo me dignifica a mí”, dando cuenta de cómo muchas veces el trabajo se confunde con nuestra identidad, ocultando el hecho de que es una obligación fundamental detrás del eufemismo de “ganarse la vida” como si no tuviésemos derecho a ella como condición humana fundante. De esta manera pretendemos discutir cómo, detrás de la clasificación de qué se considera trabajo y qué no, hay una jerarquía patriarcal donde las profesiones consideradas masculinas siempre se valoran como superiores, discusión que queremos afrontar en la mesa redonda en esta intersección entre mujeres y trabajo. Retomando de esta manera los orígenes combativos del 8M como una lucha que se dio en simultáneo en diferentes lugares del mundo denunciando, en los orígenes del capitalismo industrial, lo inhumano de un sistema que busca la expansión ilimitada a costa de la vida. Enunciado propio del discurso capitalista, parafraseando a Lacan, el único discurso que no hace lazo social por no plantear un punto de imposibilidad dentro de este mecanismo donde el límite siempre se fuerza un poco más en pos de hacer más dinero. Quizás el tope sea la organización de las mujeres trabajadoras.
Taula rodona amb:
- Asociación Mujeres Unidas Entre Tierras, Col·lectiu de dones migrants treballadores de la llar
- Rosa Aznar, Professora de ciències socials, pionera i formadora de professorat en coeducació
- Marga Carreras, Treballadora sexual i referent de la lluita per la regularització de la professió
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